Es un tratamiento que se adapta a las necesidades específicas de cada paciente y busca mejorar las habilidades motoras finas, las habilidades motoras gruesas y la planificación motora. También puede ayudar con los problemas de autorregulación y del procesamiento sensorial.
Algunos niños que tienen dificultades con las habilidades motoras tienden a no tener coordinación y a ser vistos como “diferentes”, esto puede ponerlos en riesgo de ser acosados y hacerlos sentir como víctimas.
Objetivos de la terapia ocupacional
Como cualquier otra disciplina sanitaria, el principal objetivo es mejorar el bienestar de los pacientes en los diferentes ámbitos de su vida. Otros de sus objetivos son:
- Valorar las capacidades del paciente para establecer un programa de acciones específicas. (Limitaciones funcionales, capacidades sensoriales, sociales y psicológicas en función de sus características y entorno, etc).
- Ayudar a los pacientes a adquirir, mejorar o recuperar capacidades funcionales. Aumento de movilidad y fuerza muscular, mejora de la coordinación, desarrollo de la capacidad pulmonar, detección y corrección postural, adaptación y entrenamiento para el uso de prótesis y elementos de movilidad, ayuda para ajustar los hábitos diarios según las capacidades de cada persona, adaptación al paciente a su entorno y viceversa, etc.
- Ayudar a los pacientes a mejorar su salud psicológica. Concienciar al paciente de las capacidades que posee, enseñarle a vivir con su discapacidad, demostrarle sus posibilidades de mejora, fomentar su integración social, laboral y familiar o proporcionarle orientación para cubrir sus intereses recreativos y ocupacionales.
¿Puede aplicarse a todas las discapacidades?
En el ámbito de la discapacidad, los terapeutas ocupacionales poseen habilidades y conocimientos para trabajar con individuos o grupos que sufren la afectación de una estructura corporal o funcional o discapacidad cognitiva.
Entre los beneficios de la terapia ocupacional aplicada a la discapacidad destacamos:
- Prevención de discapacidades y disfunciones ocupacionales.
- Mejora de la capacidad física y el tono muscular de los pacientes.
- Aumentar la autonomía, la individualidad, la autoestima y la confianza de las personas con discapacidad física e intelectual.
- Potenciar las capacidades de cada individuo y enseñarles a compensar funciones pérdidas o deterioradas.
- Fomentar la interacción y la socialización.
Por último, aunque no menos importante, su trabajo puede tener beneficios en rehabilitación física, neurológica y pediátrica (incluyendo rehabilitación en traumatología, entrenamiento de prótesis y diseño de ortesis), en adaptación e integración escolar, en estimulación temprana, en rehabilitación psicosocial y en casos de discapacidad intelectual.