
La parálisis cerebral es una discapacidad producida por una lesión en el cerebro que regularmente afecta a la movilidad y la postura de la persona, limitando su capacidad de moverse o sentarse por si solos. Esta discapacidad puede ir acompañada de una discapacidad sensorial o intelectual en mayor o menor grado. Es la causa más frecuente de discapacidad en niños y niñas, una de cada 500 personas tiene algún tipo de parálisis cerebral.
El grado en el que esta discapacidad afecta a cada persona es diferente, y es determinado por la intensidad y el momento concreto en que se produce la lesión. De modo que podemos encontrarnos con personas que conviven con una parálisis cerebral que resulta apenas perceptible, desarrollando una vida totalmente normal, frente a otras que necesitan del apoyo de terceras personas para realizar las tareas más básicas de su vida diaria.
¿Cuáles son los rasgos principales?
- Es una condición permanente, esto implica que la lesión neurológica que se ha producido es irreversible y persiste a lo largo de toda la vida.
- La lesión no cambia, es inmutable. El daño neurológico no aumenta ni disminuye, aunque las consecuencias y los síntomas que se vayan manifestando pueden cambiar, mejorar o empeorar.
- La alteración del sistema neuromotor influye en aspectos físicos como son la postura o el movimiento.
- Por lo regular, la lesión se produce antes de que el desarrollo y crecimiento del cerebro se haya completado. Puede ocurrir durante la gestación, el parto o los tres primeros años de vida del niño o niña, ya que es en este periodo de tiempo cuando el sistema nervioso central está en plena maduración.
- Esta condición también puede afectar a otras funciones como la atención, la percepción, la memoria, el lenguaje y el razonamiento. El número de funciones dañadas depende, por un lado, del lugar, tipo, localización, amplitud y disfunción de la lesión neurológica, y por el otro, por el momento en que se produce el daño, es decir, el nivel de maduración del encéfalo.
- No hay cura para la parálisis cerebral, pero el tratamiento, puede mejorar la vida de quienes tienen esta afección. Es importante iniciar un programa de tratamiento tan pronto como se conozca de la misma.
Luego de que se hace el diagnóstico, un equipo de profesionales de la salud debe de trabajar con el niño y la familia a fin de crear un plan para ayudar al niño a alcanzar su capacidad optima. Los tratamientos más comunes incluyen medicamentos, cirugía, equipos de movilidad, terapia física, ocupacional y del habla. No hay un tratamiento único que sea el mejor para todos los niños con parálisis cerebral. Antes de decidir el plan de tratamiento, es importante hablar con el médico de su hijo para comprender todos los riesgos y beneficios.